La mayoría de los padres están conscientes de que el hábito de chuparse el dedo tiene algunas consecuencias negativas, pues si bien es cierto que la succión en infantes no es una enfermedad, sí es un hábito con efectos negativos a corto, mediano y largo plazo en la vida de los pequeños, tales como deformación dentofacial, problemas de salud por falta de higiene al introducir constantemente dedos sucios a la boca, aislamiento o dificultad para relacionarse, entre muchos otros.
Este hábito es muy difícil de romper, y entendemos como muchos padres pueden ser aprehensivos para iniciar este proceso necesario. Es por eso que creamos el Coach de tratamiento TGuard – una serie de recomendaciones basadas en el tiempo y designadas a proveer guía y respuestas a sus preguntas inmediatas, además de ser un recurso en el que usted puede seguir para cada paso del proceso.
Hemos notado que siguiendo ciertos consejos, el porcentaje de éxito del tratamiento se eleva, por ello compilamos estas recomendaciones, y las hemos puesto a su disposición en nuestras primeras series para guiarlo al inicio del tratamiento.
¿Qué puede esperar durante el tratamiento?
El hábito de chuparse el dedo es muy difícil de romper, y en algunos casos es un hábito que para muchos niños ha sido una fuente de confort desde su nacimiento. Los primeros días sin la oportunidad de calmarse por sí solos serán los más dificiles, por lo que recomendamos iniciar en un fin de semana. Su niño puede ser que se ponga un poco mal humorado incluso un poco más de lo común, puede que haga rabietas, o incluso lastimarse en un esfuerzo por quitarse el dispositivo. Sin embargo, todo esto es temporal, y dentro de los primeros 5 días de llevar el tratamiento de manera ininterrumpida, el niño ha librado el 90% del hábito. Después de estos 5 días, el niño colaborará mucho más con el tratamiento. Continúe el tratamiento por los 30 días totales, y asumiendo que no ha visto a su niño llevarse el pulgar o sus dedos a la boca por al menos una semana, es seguro remover el dispositivo ya que el tratamiento habrá terminado.
Si desea minimizar el mal humor, lo mejor es conseguir que su niño se involucre en el tratamiento lo mayormente posible. Usted puede hacer esto a través de incentivos (juguetes, viajes, paseos, etc.) para dejar el hábito varias veces durante y después del tratamiento. Así mismo, si su niño tiene la edad suficiente, podrá sentarse con ellos y explicarles por qué sería una buena idea parar, como para mantener sus dientes bonitos, para prevenir resfriados, y para que se conviertan en un “niño grande”. Los niños que quieren dejar el hábito tienen una experiencia mucho más fácil con el tratamiento.
Sin embargo, aún si el niño quiere dejar el hábito, esto puede ser difícil. Recomendamos mantener a su niño ocupado / distraído durante los primeros 5 días, y a la hora de la siesta o la hora de dormir, ¡manténgase fuerte!. En los peores casos, ellos podrían mostrarse enojados con usted, pero esto es temporal.
A medio camino del tratamiento.
Para estas alturas, su niño debería estar completamente colaborando con el tratamiento, y cualquier señal de irritación o desagrado durante el uso de los dispositivos del tratamiento deberían haber disminuido. Muchos niños en esta etapa inclusive recuerdan a sus padres que les coloquen el dispositivo, porque ya superaron el hábito y están emocionados de tener progreso.
¿Qué tan seguido se pone su niño el pulgar o algún otro dedo en la boca?
Si ha notado que lo ha dejado de hacer, usted podrá permitir que su niño utilice el dispositivo solo en momentos cruciales, como son una hora antes de ir a dormir y durante la noche. Si aún tiene dudas, continúe utilizando los dispositivos las 24 horas del día, los 7 días de la semana, porque lo último que querrá saber es que su niño ha estado chupándose el dedo cuando el dispositivo no se estaba usando.
¿Cuándo termina el tratamiento?
Culminar con el tratamiento es una gran decisión – si lo termina muy temprano, el niño puede volver al hábito, si se extiende demasiado, usted estaría gastando energía extra por nada. Pero existen ciertos consejos que podemos proveerle que le ayudarán a determinar si es tiempo de soltarlo.
Si su niño no ha puesto el dispositivo en su boca por una semana entera, usualmente es un buen indicador de que ya superaron el hábito. Recomendamos esperar a que esto suceda, lo cual usualmente sucede antes de los 30 días de iniciado el tratamiento.
Si tiene algunas dudas, o se siente inseguro, vaya por los 30 días! Sin embargo, cuando llegue al día 30, si su niño aún chupa el dispositivo (o lo muerde), deberá extender el tratamiento.
Tratamiento completado
El tratamiento ha terminado, usted ha completado los 30 días, y ha removido el TGuard. Ahora a cruzar los dedos, espere y verá… y entonces estará emocionado de ver que su niño ¡ha superado completamente el hábito!
¡Felicidades!
Muchos padres se preguntan si sus niños volverán a chuparse el pulgar o algún otro dedo, y desafortunadamente la posibilidad existe. Sin embargo, si usted conoce por que recaen, puede prevenir que suceda.